viernes, agosto 06, 2010

UN VIAJE AL CEREBRO

Cerebro Masculino y Cerebro Femenino
Trepanación Craneána
Phineas P. Gage (1823 – 21 de mayo, 1860) fue un obrero de ferrocarriles, quien debido a un accidente, sufrió daños severos en el cerebro, específicamente en parte del lóbulo frontal. Gage sufrió cambios notorios en su personalidad y temperamento, lo que se consideró como evidencia de que los lóbulos frontales eran los encargados de procesos relacionados con las emociones, la personalidad y las funciones ejecutivas en general.














Fuente: Edwin Barea-Rodríguez
http://www.psicologosperu.com/

jueves, agosto 05, 2010

GROOMING: ACOSO SEXUAL A MENORES

ATENCION PADRES DE FAMILIA

Grooming. Acoso sexual a menores a través de Internet

Internet se ha convertido en una herramienta imprescindible en nuestra sociedad. Gracias a la red de redes, podemos recibir y enviar desde nuestro domicilio o despacho todo tipo de información y en casi cualquier tipo de formato y comunicarnos con personas de todo el mundo. El salto tecnológico que hemos sufrido en los últimos años ha sido, gracias a la informática en general y a Internet en particular, sencillamente espectacular. Hemos pasado de tener como herramientas habituales de comunicación hace unos pocos años el teléfono, el fax, la radio, la prensa y la televisión, a sumergirnos en la informática, que se ha apropiado de casi todo lo que nos rodea y que está sustituyendo a los medios tradicionales en nuestras comunicaciones.

Para los adultos, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) han supuesto un esfuerzo de actualización de conocimientos que ha derivado en un uso de estas herramientas preferentemente “utilitario”, en el sentido de que son medios para la obtención de cosas muy concretas. Sin embargo, los nacidos en la sociedad de la información se aproximan a Internet de un modo diferente. Ellos “están” en Internet, es parte de su medio y lo utilizan con mucha más naturalidad. El espectacular desarrollo en la actualidad de las llamadas redes sociales está directamente relacionado con esta forma de entender Internet. La red de redes ya no solo ofrece información y comunicación útil, práctica, necesaria… También ofrece un espacio donde interactuar con otros internautas y establecer relaciones sociales. Muchas personas ajenas a esta nueva tecnología quizás vean estas relaciones como demasiado artificiales, con pocos lazos de unión entre los individuos o exclusivamente virtuales y que poco o nada afectan a la vida diaria. Pero para los que han nacido inmersos en esta sociedad de la información, Internet es más que una fuente de conocimientos: Es un lugar de encuentro, de ocio, de expansión, que forma parte de su vida cotidiana. Consecuentemente, los problemas cotidianos también se han trasladado a Internet y las formas tradicionales de paliarlos se han tenido que actualizar para adaptarse a este nuevo medio: La policía ha tenido que desarrollar nuevas herramientas para investigar los delitos que se cometen en la red, las empresas para mejorar su competitividad, las instituciones para llegar a a la mayor población posible, etc.

Los psicólogos también han de adquirir nuevas herramientas y conocimientos para desempeñar su labor dentro de esta nueva realidad. Cuando uno se enfrenta al estudio del abuso sexual en la infancia y sus variantes, descubre que los manuales de psicología hacen referencia a un entorno previo a la existencia de Internet y no tienen en cuenta esta nueva realidad, ignorando una situación de riesgo que, aunque sí que puede estar relacionada con el entorno familiar, por ejemplo, no lo hace de la manera tradicional. Así, en un caso en el que se sospeche, por los indicadores comportamentales del menor, que pudiera estar sufriendo unos posibles abusos mantenidos en secreto, sería muy fácil sospechar que el autor podría ser una persona muy próxima al niño, cuando la realidad pudiera ser muy distinta, como veremos a continuación.

La definición de abuso sexual infantil, como la de otros muchos conceptos en psicología, está llena de dificultades. No existe unanimidad ni a la hora de determinar la edad límite del abusador o de la víctima ni al tratar de catalogar las conductas que se consideran abusivas. En relación a las edades, unos abogan por una diferencias claras en años entre abusador y víctima y otros, para incluir en la catalogación el abuso cometido entre menores, se centran más en una relación de desingualdad entre una persona con mayores habilidades de manipulación y otra que no las posee. En lo referente al catálogo de las conductas abusivas, unos incluyen todas aquellas en las que ha habido contacto anal, genital, oral, exhibicionismo, voyerismo o producción de pornografía y otros excluyen todas aquellas en las que no haya un contacto físico directo. A pesar de estas divergencias, existe unanimidad en dos criterios necesarios para que haya abuso sexual infantil: Una relación de desigualdad entre abusador y víctima y la utilización del menor como objeto sexual.

En cuanto al abusador o agresor, lo normal cuando el abuso es cometido de forma frecuente y duradera y no suele haber conductas violentas asociadas es que éste sea un familar (incesto) o una persona relacionada con la víctima (profesor, entrenador, monitor, etc), y lo contrario, es decir, que se trate de una persona desconocida, cuando es un hecho aislado y/o se comete de forma más violenta.

Las situaciones de alto riesgo tradicionales incluyen a niños con capacidad reducida para resistirse o delatar al abusador, como son los que todavía no hablan y los que sufren retraso en el desarrollo, niños de familias desorganizadas, prepúberes con muestras de desarrollo sexual, niños carentes de afecto o víctimas de malos tratos. Internet, tal y como veremos más adelante, amplía este catálogo a niños que pasan mucho tiempo solos conectados a la red sin una supervisión adulta y sin unas instrucciones claras de cómo navegar de forma segura. La red de de redes ha creado una nueva situación de riego: El grooming.

“Podemos definir Grooming de manera sencilla como el conjunto de estrategias que una persona adulta desarrolla para ganarse la confianza del menor a través de Internet con el fin último de obtener concesiones de índole sexual. Hablamos entonces de acoso sexual a menores en la Red y el término completo sería child grooming o internet grooming. Desde un acercamiento lleno de empatía y/o engaños se pasa al chantaje más cruento para obtener imágenes comprometidas del menor y, en casos extremos, pretender un encuentro en persona. El daño psicológico que sufren niños, niñas y adolescentes atrapados en estas circunstancias es enormei.”

El grooming comienza, evidentemente, con el contacto del abusador con el menor a través de Internet. Para ello, el abusador utiliza lo que en Internet se ha llamado “Ingeniería Social”, una herramienta muy usada por los primeros estafadores informáticos en el fraude a las compañías telefónicas, consistente en manipular a las personas para obtener información privilegiada haciéndose pasar por otras personas o por determinadas empresas, y conseguir así códigos de acceso mediante engaño, eludiendo con ello los sistemas de seguridad. Posteriormente, la “Ingeniera Social” se ha utilizado en todo tipo de estafas y robos de datos, como accesos a cuentas de correo, a la banca on-line, etc. y entre los delincuentes informáticos se considera esta técnica más un arte que una simple herramienta, habiendo sido mucho más efectiva que la mayoría de los virus creados para el mismo fin.

La “Ingeniera Social” será aplicada por el abusador en foros, chats, páginas web y juegos on-line dedicados especialmente a niños, en los que se hará pasar por uno más de ellos. Tras encontrar algún interlocutor receptivo, se irá ganando su confianza y lo que al principio serán inofensivas conversaciones sobre temas infantiles, poco a poco irán derivando hacia la obtención de datos personales. El abusador es un cazador paciente, y esta labor de recopilación de datos personales puede durar incluso semanas, pero siempre habrá unas preguntas claves al principio de la relación que le ayudarán a seleccionar a su víctimas “ideales”: “¿Qué edad tienes? ¿Dónde tienes el ordenador? ¿Estas solo o acompañado? ¿cuánto tiempo estás conectado a Internet?”

Estas preguntas están destinadas a seleccionar a un menor que pase mucho tiempo solo delante del ordenador y que, además, lo tenga instalado en un lugar privado, fuera de la mirada de terceras personas, preferentemente en su habitación. Como en la vida real, estas condiciones son las idóneas para poder cometer el abuso con impunidad. Ante la oferta de miles de posibles víctimas que ofrece Internet, el abusador puede elegir mediante las preguntas iniciales a la mejor de ellas de entre todas las que se han expuesto a su alcance.

La segunda fase es la provocación: el abusador comienza a dirigir las conversaciones a temas sobre sexo e incluso envía a través de los programas de mensajería tipo Messenger o similares imágenes pornográficas. Si el menor siente curiosidad por los temas propuestos y por las imágenes mostradas, se pasa a la siguiente fase, la “educación”.

En esta tercera fase es típico preguntar al menor si se ha masturbado y si sabe como hacerlo de manera diferente. Ante la respuesta negativa comienza la “educación” por parte del abusador. Estas enseñanzas no se limitan a explicar cómo se realiza una masturbación, sino que suelen desviarse a modos perversos y sugerir la utilización de accesorios como cepillos del pelo, mascotas, etc.

Conseguido esto, aunque sea en sus objetivos mínimos, se pasa a la fase de la captura de pruebas. El abusador pide al menor que realice la masturbación delante de la cámara web o que se haga unas fotografías mientras la realiza y que las envíe por correo electrónico. Con la grabación o las fotografías en su poder se pasa a la fase final, el control.

Una vez ha obtenido toda la información personal sobre el menor y las grabaciones de la cámara web o las fotografías, el que se hizo pasar por otro menor, colega de confidencias y experimientación, se transforma de repente en un tirano adulto que posee información confidencial y que amenaza con hacerla pública. Si desde ese momento el menor no hace todo lo que se le diga, el vídeo o las fotografías llegaran a sus padres, a sus amigos, a sus profesores, etc. personas todas ellas de las que, pacientemente, el abusador ha ido recopilando nombres y apellidos, direcciones, números de teléfono, direcciones de correo electrónico, lugares de trabajo, etc. Desde este momento, el niño pasa a ser un simple objeto sexual y se convierte en una marioneta en manos del abusador. Se le exigirán más grabaciones y más perversiones frente a la cámara web, siempre bajo la amenaza de la humillación pública. El control en esta fase llega a ser tan grande que el abusador puede atreverse en estos momentos incluso a concertar una cita con su víctima si las circunstancias lo permiten y perpetrar el abuso físico. Este control del niño puede durar semanas y generalmente termina cuando los padres o cuidadores descubren lo que está ocurriendo, alertados por los cambios en la conducta del menor.

El método expuesto es el “perfecto”, el que muy rara vez se dará en todas sus fases, pero cualquiera de ellas puede afectar psicológicamente al menor, desde las conversaciones de temática sexual hasta la visión de imágenes pornográficas interpretadas desde la visión del abusador, por lo que, estando dentro del grupo de riesgo, hay que tenerlas en cuenta cuando se investiguen conductas sospechosas de abuso en menores y no se puedan determinar unas causas claras.

Desgraciadamente, los pedófilos en Internet se han convertido en un grupo minoritario pero muy activo. A través de la red se comunican, se dan a conocer e incluso han propiciado campañas para difundir su “filosofía”, mediante la que defienden el amor libre entre adultos y niños (como por ejemplo las campañas protagonizadas por la asociación norteamericana NAMBLAii). Antes de Internet, el pedófilo era una persona generalmente asilada, consciente de que su parafilia era algo “inmoral” y temoroso de hacerla pública; pero el actual se siente apoyado por cientos de personas como él con las que contacta a través de la red y comparte experiencias y consejos. Además, Internet se ha convetido en su coto de caza donde poder dar una salida a sus instintos de una forma anónina y por lo tanto, segura. Por todo ello, aunque el grooming sea poco probable, y más difícil aún que se de en todas sus fases, no lo es menos que sufrir cualquier otro tipo de delito grave a través de Internet, pues existe un colectivo que utiliza la red exclusivamente con fines delictivos, entre ellos, los pedófilos. Se han detectado en determinados foros de la red comentarios de supuestos pedófilos en los que presumen de tener controlado a cierto número de niños y que los pueden “prestar” a otros pedófilos cuando quieran, simplemente pasándose la cuenta del Messenger del menor. Evidentemente, estas aseveraciones pueden no ser ciertas (seguramente no lo sean), pero delatan la intencionalidad clara de estos personajes en su uso de Internet: La captura, control y exhibición de sus logros, amparados en el anonimato que ofrece la red. Tienen intención de “cazar” en un territorio que incluye la propia habitación del menor conectado a Internet.

Los niños, como usuarios de internet, están expuestos a los mismos riesgos que los adultos (aunque haya mucha gente que lo ignore) con el agravante de que, tal y como se dijo anteriormente, exploran con menos miedo el entorno virtual y carecen de las capacidades defensivas de sus mayores. Son más propensos a utilizar herramientas como los chats, los juegos on-line y los programas de mensajería, herramientas todas ellas que favorecen entablar contactos con desconocidos y que pueden resultar peligrosas si no se controlan adecuadamente. En un estudio realizado por ACPIiii y PROTEGELESiv para el Defensor del Menor en 2002, sobre los hábitos de navegación de los menores en España, se obtuvieron algunos datos preocupantes:

* El 30% ha facilitado su número de teléfono en alguna ocasión.
* El 16% ha facilitado su dirección a través de Internet.
* El 14,5% ha concertado una cita con un desconocido.
* El 54,5% no ha recibido información sobre las normas básicas de seguridad a la hora de utilizar Internet.
* El 86% accede a contenidos desde ordenadores que no disponen de ningún sistema de filtrado.
* Un 44% se ha sentido acosado/a sexualmente.
* Un 11% ha sido víctima de insultos por parte de otros internautas, , un 4% ha recibido correos no solicitados con contenidos desagradables y otro 1,5% informa haber sentido miedo en alguna ocasión.

Con todos estos datos, es sencillo comprender que los menores corren peligro en Internet y necesitan unas herramientas básicas para no caer en la garras del pequeño, pero activo, porcentaje de delincuentes que utilizan la red. El que carezca de estas herramientas de defensa será una víctima potencial de muchos delitos, entre ellos el denominado “grooming”. Para evitarlo, a los niños hay que instruirles en el uso de Internet y hay que dotarles de unas normas mínimas de seguridad, entre las que figuraría el control de la cámara web. La constante amenaza de muchos educadores de “si hay algún problema con el ordenador te quito Internet” tampoco es útil, ya que, además de la gravedad de la prohibición del uso de una herramienta tan extraordinaria y necesaria para el presente y futuro del niño, para evitarla los menores dejaran de informar de cualquier incidencia que les ocurra, temerosos de las represalias. Hay que tener una actitud colaboradora e informativa y tener previstas las incidencias y las respuestas a las mismas. El menor tiene que tener claro desde el mismo momento en que comienza su navegación que no puede facilitar información personal de ningún tipo. El cuidador o cuidadora tiene que conocer el uso de Internet y su funcionamiento básico para ser el primer orientador en la navegación del niño, en lugar de dejarlo en otras manos. Si el menor es orientado correctamente en su navegación no tiene por qué acceder a contenidos inapropiados, pero aún así, hay que tener previsto que hacer si, accidentalmente, se descubre una página pornográfica, se recibe algún mensaje con contenidos de este tipo o se presencian conversaciones inapropiadas para su edad. Estas deben de ser las señales de alarma para que el menor avise a sus padres o cuidadores y que estos tomen las medidas necesarias, que no deberían de ser, como se ha dicho, represoras.

Mi intención con este artículo solamente es la de dar a conocer un contexto más a la hora de investigar unos posibles abusos a menores, no la de explicar la forma correcta de navegar por Internet. Aún así, hay que tener presente que existen programas de filtrado de contenidos (llamados de control parental) que eliminaran de forma automática la mayoría de las amenazas y a los que, manualmente, se les podrá añadir aquellos que no se detecten en un principio. Esto, junto al plan de aviso de incidencias y la supervisión de un adulto, permitirán un acceso a Internet sin peligros.

Por último señalar que, aunque Internet parezca un medio anónimo, realmente no lo es. Los autores de estos abusos pueden ser identificados por las cuentas de correo electrónico utilizadas para contactar con el menor, por los lugares comunes a los que ambos han accedido (como por ejemplo un chat para niños) y por infinidad de pistas más que toda navegación en la red deja. Es por ello que nunca, una vez detectado el grooming en cualquiera de sus fases, se debería “olvidar el asunto”. Hay que denunciarlo ante las autoridades competentes y salvaguardar las pruebas existentes en el ordenador para que sean investigadas por los equipos especializados de cualquiera de las policías de nuestro país. El abusador, como cazador que es, tras perder a una de sus víctimas, probará suerte al día siguiente con otra y el no dar a conocer sus actuaciones simplemente estará sirviendo para que perfeccione sus habilidades y se haga más eficaz.

Artículo premiado con el primer premio de artículos sobre psicología 2009 de Colegio de Psicólogos de Catalunya.
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miércoles, agosto 04, 2010

COQUETOS Y COQUETAS

Todos coqueteamos de vez en cuando, especialmente cuando conocemos a una persona muy atractiva y queremos expresar interés sexual. Puede ser una manera agradable y amistosa de comunicarnos verbalmente. Sin embargo, hay gente que no se limita a coquetear con alguien por quien se siente atraído. Coquetean indiscriminadamente, como parte de su personalidad, lo que puede causar trastornos o ser destructivo para los demás. No hay un solo tipo de coqueteo compulsivo. Lo único que todos tienen en común es un deseo (a veces inconsciente) de poder, ya sea sexual, social o profesional.

TIPOS DE COQUETOS Y COQUETAS:

• Narcisista. Se trata de un patrón de personalidad que necesita sentirse el centro de todas la situaciones y usa el coqueteo como estrategia habitual.
• De baja autoestima. No acostumbra a sentirse con capacidad para iniciar un flirteo, pues no confía en sus posibilidades. Pero si alguien lo inicia, podría sentirse demasiado bien, lo que le llevaría a mantenerlo en el tiempo.

Tu proceder con tus amigos no le da estabilidad ni seguridad a tu pareja, si en verdad lo amas y él “te perdona” deberás replantear tu actitud para con los demás. Reflexiona si “llevarte cariñosamente” con ellos te ayudará con futuras relaciones.

Resumen: los coqueteos suelen ocultar inseguridades. Los coquetos patológicos necesitan constantemente reasegurarse de que son atractivos o populares. Aquellas personas que se sienten cómodas tanto con su sexualidad como con su personalidad son más selectivas en sus elecciones. Sin embargo, la conquista conseguida verdaderamente, tanto si es compulsiva como si no, puede hacer que nos sintamos maravillosos y deseados, aunque sólo sea por un breve instante.

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martes, agosto 03, 2010

COMO ELIMINAR LA BUSQUEDA DE APROBACION

¿No te parece irónico? La gente que parece conseguir la mayor cantidad de aprobación en la vida es precisamente la que nunca la busca, que no la desea y a la que menos le preocupa conseguirla.

He aquí una pequeña fábula que podemos aplicar para ilustrar este caso, ya que la felicidad es la ausencia de la búsqueda de aprobación como necesidad.

Un gato grande vio cómo un gatito pequeño trataba de pescarse la cola y le preguntó: "¿Por qué tratas de pescarte la cola en esa forma?". El gatito dijo: "He aprendido que lo mejor para un gato es la felicidad, y que la felicidad es mi cola. Y por eso la persigo y trato de pescármela; y cuando la pesque habré logrado la felicidad. El gato viejo le dijo: "Hijo mío, yo también le he prestado atención a los problemas del universo, yo también he pensado que mi cola era la felicidad. Pero, me he dado cuenta que cuando la persigo se me escapa y cuando voy haciendo lo que tengo que hacer ella viene detrás mío por dondequiera que yo vaya".

De modo que, si tanto quieres merecer aprobación es irónico pensar que la mejor manera de lograrla es no desearla y evitar correr tras ella y no reclamársela a todo el mundo. Estando en contacto contigo mismo y usando la imagen positiva de ti mismo como consejera, recibirás mucha más aprobación.

Por supuesto que nunca recibirás aprobación de todo el mundo por todo lo que haces, pero cuando te consideres a ti mismo como una persona valiosa no te deprimirás cuando te la niegan. Considerarás que la desaprobación es una consecuencia natural de la vida en este planeta donde la gente es individualista en sus percepciones.

ALGUNAS ESTRATEGIAS ESPECÍFICAS PARA ELIMINAR LA BÚSQUEDA DE APROBACIÓN COMO NECESIDAD.

A fin de amenguar tu comportamiento de búsqueda de aprobación, necesitarás ponerte en contacto con las retribuciones neuróticas que te impulsan a continuar con ese comportamiento. Aparte de los pensamientos positivos sobre tu valía cuando entras en contacto con algún tipo de reprobación (que es la mejor estrategia que puedes emplear), he aquí otras estrategias positivas con las que puedes trabajar para evitar la dependencia de la búsqueda de aprobación.

- Etiqueta la desaprobación con nuevas respuestas que empiecen con la palabra tú. Por ejemplo, te das cuenta de que tu padre no está de acuerdo contigo y se está enfadando. En vez de cambiar de posición o defenderte, simplemente contesta con un "tú te estás enfadando y piensas que yo no debería pensar como pienso". Esto te mantendrá en contacto con el hecho de que la desaprobación le pertenece a él y no a ti. La estrategia del tú puede ser empleada en cualquier momento y con resultados sorprendentes si llegas a dominar la técnica. Tendrás que luchar contra la tentación de empezar con "Yo, es decir, poniéndote en la posición de necesitar defenderte o de modificar lo que acabas de decir para lograr que te acepten.

- Si piensas que alguien está tratando de manipularte rebajando tu autoestima, dilo. En vez de ablandarte con el propósito de lograr aunque sea algo de aprobación, puedes decir en voz alta: "Normalmente yo modificaría mi posición para lograr que me aceptes y me quieras, pero realmente creo en lo que acabo de decir y tú tendrás que entendértelas con tus propios sentimientos al respecto". O "Supongo que te gustaría que yo cambie de opinión". El hecho de etiquetarlo te mantendrá en contacto con tus propios pensamientos y tu propio comportamiento.

- Puedes agradecer a la persona que te está proporcionando datos que te serán útiles para tu crecimiento y desarrollo, aunque sean cosas que no te gusten. El acto de agradecer pone fin a cualquier tipo de búsqueda de aprobación. Tu marido te dice que te estás portando de una manera tímida y nerviosa, que no le gusta. En vez de tratar de complacerlo, simplemente le agradeces que te lo haga notar. Así desaparecerá el comportamiento de búsqueda de aprobación.

- Puedes buscar a propósito que te desaprueben y trabajar contigo mismo para que eso no te moleste. Busca a alguien con quien estás seguro de no coincidir y enfréntate cara a cara con la desaprobación manteniendo de forma serena tu posición. Poco a poco irás molestándote menos y te será menos difícil no cambiar de punto de vista. Te dirás a ti mismo que esperas esta "contra", que les está bien a ellos ser así, y que en realidad no tiene nada que ver contigo. Al ir en busca de la desaprobación en vez de evitarla aumentarás tu repertorio de comportamientos para tratarla en forma eficiente.

- Puedes practicar técnicas para ignorar los actos de desaprobación y para no prestarle atención a los que tratan de manipularte con sus acusaciones. Por ejemplo, en una ocasión en que un colega mío daba una conferencia ante numeroso público en Berlín, uno de los que lo escuchaban, evidentemente muy irritado por algunas de las cosas que éste decía, no pudo aguantar más y utilizando un argumento secundario, le dedicó una serie de comentarios insultantes en forma de preguntas. Estaba tratando de que el orador cayera en la trampa y se enredara con él en una discusión neurótica.
La respuesta de mi colega a esta retahíla agresiva fue un simple "de acuerdo" y luego siguió con su conferencia. Al no prestar atención a los insultos, demostró que no iba a valorarse a sí mismo por lo que el otro podría pensar. Como es de suponer el inoportuno dejó de interrumpir la conferencia. Si el conferenciante no hubiese tenido una buena opinión de sí mismo, hubiera dejado que la opinión del otro fuese más importante para él que su propia valoración de sí mismo y se hubiera molestado cuando esa persona se la hubiera cuestionado.

- Puedes romper la cadena que conecta con lo que los demás piensan, dicen y hacen, y tu propia valoración. Habla contigo mismo cuando te enfrentes con la crítica. "Éste es asunto suyo, yo me imaginaba que iba a actuar así. Pero eso no tiene nada que ver conmigo." Esto eliminará el dolor que te provocas a ti mismo cuando relacionas los sentimientos de otra persona con tus propios pensamientos.

- Hazte a ti mismo esta importante pregunta cuando sientas que te critican. ¿Me iría mejor si estuvieran de acuerdo conmigo? La contestación es no, obviamente. Lo que ellos piensan no puede tener ningún efecto sobre ti al menos que tú permitas que lo tenga. Más aún, es muy probable que descubras que gente importante como tu jefe, y el ser que tú amas, te quieren y aceptan más cuando no te preocupa el no estar de acuerdo con ellos.

- Acepta el hecho muy simple que mucha gente ni siquiera te comprenderá, y que eso está bien. Por tu parte tú tampoco comprenderás a mucha de la gente que está muy cerca tuyo. No tienes por qué hacerlo. Está muy bien que ellos sean diferentes y la comprensión más fundamental que puedes demostrarles o sentir, es que no comprendes. Gustav Eschheiser lo demuestra muy claramente en las líneas siguientes de su Apariencias y realidades:

.. Si la gente que no se comprende, al menos comprendiera que no se comprende, entonces se comprenderían mejor que cuando, sin comprenderse, ni siquiera comprenden que no se comprenden los unos con los otros.

- Puedes negarte a discutir o a tratar de convencer a los demás de lo acertado de tu posición, y simplemente creer en ella.

- Confía en ti mismo cuando compres ropa u otros efectos personales sin consultar primero con alguien cuya opinión valoras más que la tuya propia.

- Deja de buscar respaldo para lo que dices buscando justificación y apoyo de parte de tu cónyuge o cualquier otra persona con frases como las siguientes: "¿No es así, querida?" o "¿No es cierto que así lo hicimos, Raph?" o "Pregúntaselo a Marie, ella te lo dirá".

- Corrígete en voz alta cada vez que vayas en busca de aprobación, para que te des cuenta de que tienes esta tendencia y pruebes nuevos comportamientos para evitarla.

- Trabaja conscientemente en tratar de evitar las múltiples excusas que das incluso cuando no te arrepientes de lo que acabas de decir. Todas las apologías son ruegos de perdón. Y las peticiones de perdón son formas de búsqueda de aprobación como por ejemplo: "Yo sé que no me querrías si yo pensara realmente lo que te acabo de decir, así que, por favor, dime que todavía me aceptas. Disculparse es perder el tiempo. Si necesitas que otra persona te perdone para poder sentirte mejor, quiere decir que estás dejando que controlen tus sentimientos. Y si puedes decidir no portarte de cierta manera y pensar que algunas expresiones de tu conducta no están bien, vivir disculpándose es un tipo de comportamiento enfermizo que otorga el control de uno mismo a un tercero.

- En cualquier conversación, toma el tiempo que pasas hablando tú y compáralo con el tiempo que han estado hablando los demás, tu cónyuge o tus conocidos. Puedes trabajar para no ser el que habla menos y sólo cuando te piden que participes en la conversación.

- Puedes verificar en la próxima reunión a la que asistas cuántas veces te interrumpes y si siempre eres condescendiente cuando hablas al mismo tiempo que otro miembro del grupo. Puede que tu búsqueda de aprobación se esté convirtiendo en timidez. Busca estrategias para poder hablar sin que te interrumpan poniendo de manifiesto ese comportamiento cuando aparezca en tu medio.

- Toma nota de cuántas frases afirmativas pronuncias y cuántas en forma de interrogación. Acaso haces preguntas, pides permiso y aprobación, en vez de dar tu opinión de frente? Por ejemplo, la pregunta "Qué buen día hace, ¿no?, pone a la otra persona en posición de resolver un problema y a ti en la de buscar aprobación. Un simple "Qué buen día", es una afirmación más que una indagación. Si siempre estás haciendo preguntas quiere decir que estás embarcado en la búsqueda de aprobación en un área que puede parecer sin importancia, pero que refleja la falta de confianza en tu propia capacidad para hacerte cargo de tus cosas.

Éstos son los primeros pasos para eliminar la necesidad de la búsqueda de aprobación en tu vida. Si bien no tratas de eliminar toda aprobación externa, intentas al menos evitar que cualquier pequeñez te inmovilice. Los aplausos son agradables y la aprobación es una experiencia muy satisfactoria. Y es muy agradable sentirte aprobado. Lo que buscas es la inmunidad ante el dolor cuando no logras los aplausos que buscas. Igual que el que decide hacer una dieta para adelgazar no puede probar su fuerza de voluntad cuando está con el estómago lleno, o el individuo que ha decidido dejar de fumar no mide su tenacidad después de haber apagado el último cigarrillo, así no te probarás a ti mismo mientras no te enfrentes con la desaprobación. Puedes alegar hasta ponerte rojo como un tomate que puedes enfrentarte con los desaires y que no vas a exigir que todo el mundo te aprecie, pero hasta que te enfrentes con las situaciones contrarias no sabrás cómo te está yendo. Si logras eliminar esta molesta zona errónea de tu vida lo demás te parecerá fácil, porque has sido condicionado a necesitar la aprobación de los demás desde que respiraste por primera vez en esta Tierra. Tendrás que practicar mucho para lograrlo pero bien vale la pena cualquier esfuerzo que pongas en ello. La inmunidad ante la desesperación de enfrentarnos con la desaprobación de los demás es como un billete que nos garantiza una vida llena de deliciosos momentos presentes libres y persónales.

Fuente: Tus Zonas Erróneas de Wayne Dyer
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lunes, agosto 02, 2010

CITAS RAPIDAS, SPEED DATING O MULTI CITAS

Cita rápida, Speed Dating o Multi Cita es un proceso formalizado de emparejamiento o sistema de citas (una variante del tradicional sistema de encuentros, cuyo propósito es disfrutar de citas románticas o de amistad). Las citas rápidas se originaron en círculos judíos de los Estados Unidos como una vía para asegurar que las personas solteras (o aquellos cuya pareja residía en otro lugar), que vivían en ciudades donde eran minoría, comparados con los no-judíos, se encontraran los unos a los otros. El sistema alcanzó gran popularidad, gracias, en parte a su difusión a través de la televisión, en programas de juegos-cita, como por ejemplo, Fifth Wheel. En la actualidad, es una práctica habitual en los Estados Unidos, muy especialmente entre la comunidad gay. Los partidarios del mismo, argumentan que este método de citas simplemente ahorran tiempo, ya que la mayoría de la gente decide si son románticamente compatibles muy rápidamente, y que las primeras impresiones son generalmente permanentes.
Cómo se hace
Cada chica lleva a un chico que nadie más conoce. Los participantes tienen tres minutos para tener minicharlas con cada chica y rotar. Si dos se llevan bien, intercambian los teléfonos y siguen en contacto.

Después de que cada uno tuvo 10 minicharlas, se reparten tarjetas para llenar con datos personales. Así cada uno se la da a la chica que le pareció más adecuada.

Otras Metodologías
Existen empresas a nivel mundial que se encargan de organizar eventos de Speed Dating para que los Singles puedan conocerse. La metodología cambia de país a país. La cantidad de minutos oscilan entre 2, 3, 4, 5, 7 y 8. La cantidad de citas también es una variable de este número ya que puedes tener 8 citas como, 15, 20 o en algunos casos hasta 25 personas. En países como Latinoamérica se ha comprobado que tiene gran éxito, debido al crecimiento de solteros que tienen poco tiempo para relacionarse.

El lugar
Es necesario un lugar donde quepan al menos 20 personas. Se arma un círculo de mesas, las mujeres van del lado interno y los hombres del lado externo, así pueden rotar. La iluminación es tenue. Generalmente se come pizza, ya que se come con la mano, lo que hace que al sostener algo, no se esté tan nervioso. Y mientras tanto, se escucha música alegre.

Los lugares en los cuáles las empresas realizan este tipo de eventos suelen ser Restaurantes, Pubs y bares de lugares conocidos y de fácil acceso para todos los participantes. Generalmente son grandes eventos que albergan como mínimo a 20 personas y como máximo el tamaño que el lugar permita.
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'Citas Rápidas en Cine y TV' =============

Tanto en cine como en TV se han realizado importantes trabajos sobre las Citas Rápidas, la película emblemática es la de Hitch - Especialista en seducción-, donde el protagonista (Will Smith) trabaja ayudando a los hombres a conquistar la mujer de los sueños. En un momento de la película, se ve una reunión de Speed Dating, donde se resuelve una escena muy importante del film.

También en cine se realizó en 2005, "Virgen a los 40", "Solo Amigos", "Ojala sea cierto", "Valentine", e incluso en 2007 se filmó una película llamada "Speed Dating" con Hugh O' Connor.

En TV, sobresale el capítulo 42 de la tercer temporada de "Sex and the City", donde Miranda acude a un evento de "Citas Rápidas".

También en "Dead like me" , Daisy va a un evento de Speed Dating para llevarse el alma de uno de los participantes, en el episodio 5 de la segunda temporada.

La serie "Monk" en el episodio 6 de la segunda temporada, toca el tema cuando Adrián trata de interrogar a un sospechoso que acude a eventos de Citas Rápidas.

Incluso Los Simpsons tocan el tema, cuando en el episodio 20 de la temporada 17 Marge sufre un accidente mientras limpia que le trae amnesia. Sin saber quién es Homer, decide declararse soltera y es llevada por sus hermanas a un evento de Speed Dating para que encuentre al "hombre de su vida".

Muchas son las películas en cine y TV que tratan este fenómeno, incluso en Telefé el programa "Alguien a quien querer", conducido por Lola Cordero, tiene sus bases en el Speed Dating.

Actualmente, la directora y guionista argentina Daniela Fejerman, está realizando en España, la película “Siete Minutos”, que trata este tema.
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Francesca Salcido conoció a 300 hombres en 24 horas sin el menor esfuerzo. Encontró a sus potenciales pretendientes en SpeedDate.com, una página estadounidense de internet según la cual no se necesitan más de 90 segundos para encontrar el alma gemela.

"Por mucho que usemos las cámaras web y otras tecnologías de internet, siempre buscamos esa alquimia. Y si no está ahí, simplemente pasamos a la persona siguiente", explica a la AFP el cofundador de SpeedDate, Dan Abelon.

El portal aplica las últimas tecnologías de internet al 'speed dating' (citas rápidas), un fenómeno arrasador destinado a encontrar pareja rápidamente, que comenzó hace una década con hombres y mujeres que rotaban de mesa en mesa, al son de un gong, buscando el gran amor.

"Si la gente decide que no le gusta alguien, es algo que dura normalmente 30 segundos", explica Stephen Stokols, director general de WooMe.com, un sitio rival de SpeedDate.

"Si conoce a alguien que le gusta, tres minutos son suficientes. Si no le gusta, 30 segundos es demasiado largo", añade.

En WooMe, como en SpeedDate, minuteros automáticos interrumpen las conversaciones en línea a partir de los 90 segundos hasta los tres minutos. Aquellos que sintieron la posibilidad de un romance tan solo deberán reconectarse más tarde para reanimar la llama.

El funcionamiento difiere bastante de la mayoría de los portales de encuentros en línea, que piden a los usuarios detallar su vida y sus fuentes de interés en complejos perfiles o extensos cuestionarios.

Los aspirantes a enamorarse intercambian entonces correos electrónicos con las personas que corresponden a su perfil, antes de decidir si quieren conocerse en persona.

"Con nosotros es más como la vida real", cuenta el cofundador de SpeedDate. "Si en la vida real ve a alguien que le gusta, no lo aborda con su currículum para compararlo. Simplemente le habla", añade Abelon.

Solo que en lugar de sentarse en un café, las futuras parejas se conocen mediante cámaras web y micrófonos en los portales de 'speed dating'.

"Mi madre me dijo 'cuanto más envías tu currículum, más posibilidades de conseguir un trabajo tendrás'. Pensé que con los encuentros era lo mismo", relata a la AFP Francesca Salcido, usuaria de SpeedDate.com.

La noche de su estreno hace un año, el sitio SpeedDate propició 1.000 encuentros. En la actualidad tienen lugar entre 100.000 y 120.000 encuentros diarios, en casi 200 países.

WooMe reporta por su parte de 1.000 a 4.000 usuarios en línea simultáneamente, sea cual sea el momento del día.

Para su director general, los usuarios de SpeeDate buscan encontrar el gran amor, mientras que los de WooMe son más realistas y buscan hacer amigos.

"En nuestro sitio conocemos más a nuevos amigos, no necesariamente nuevos enamorados", indica Stokols.

Siguiendo esta idea, WooMe envió a dos de sus internautas por las carreteras estadounidenses para conocer personalmente a un millar de sus nuevos amigos conocidos a través de la página web. Sus aventuras están inmortalizadas en WooAroundAmerica.com.

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domingo, agosto 01, 2010

COMO TRATAR CON PERSONAS DIFICILES

Autor: Carlos Devis

Yo creo que tengo mucha autoridad para escribir esta reflexión, porque yo mismo he sido una
persona difícil, aunque sólo después de muchos años me di cuenta de ello.

Yo pensaba que los demás eran los difíciles, y sólo cuando entendí esto que voy a compartir mejoré sustancialmente mis relaciones y aprendí a disfrutarlas mucho más.

Alguna vez, mientras me quejaba acerca de alguien cercano a mi vida con un amiga, de quien he aprendido mucho, ella me preguntó qué tanto yo actuaba de la misma manera que le estaba criticando a mi pariente, me quedé pensando y me di cuenta que yo hacía exactamente lo mismo o peor de lo que le criticaba a mi cercano.

- ¿Ves?, me dijo esta persona, todo lo que te molesta de alguien es algo que tú haces o has hecho contigo o con otros y que tú no quieres reconocer.

Si juzgo a alguien como intolerante, quizás estoy siendo intolerante al juzgar esa persona, o si me molesto porque pienso que alguien es agresivo, puedo estar siendo agresivo en mi juicio;
es más fácil verlo en el otro que aceptarlo en mí.

Cuando en el tráfico o en una fila me irrito porque la persona de adelante no hace tan rápido lo que espero que haga y la llamo en mi mente insensible o desconsiderada, yo estoy siendo desconsiderado o insensible en mi juicio con esa persona.

Si me equivoco y me llamo estúpido o idiota en mi mente, estoy siendo intolerante conmigo y después puede ser más fácil tachar a otros de intolerantes o agresivos sin reconocer lo que con frecuencia hago conmigo.

Me he encontrado acusando a mis hijos, a mis padres, mi pareja o amigos de que no me escuchan, y lo he dicho con rabia, así a veces sólo sea en mi mente, y repito mil veces lo que quiero yo decir, reprochándoles que no me entienden a mí o mis necesidades, cuando escuchar es abrirse a lo que el otro quiere comunicar, a lo que necesita; luego he sido yo quien he opacado con mis lamentos las voces de quienes me rodean para después quejarme de que no me escuchan.

Un día conversé con una señora de 70 años, inteligente y muy vivaz, quien me contó cómo su mamá la había invalidado y maltratado cuando ella era niña y recordaba como si fuera hoy, decía ella, las palabras y los detalles de las agresiones ocurridas 60 años atrás;

Aunque su mamá había muerto hacía 30 años, esta señora continuaba repitiéndose esas escenas dentro de sí, con rabia y detalles, como si se asegurara de revivir en su presente el dolor de su pasado.

Ella estaba siendo menos compasiva y más cruel con ella misma de lo que le reprochaba a su mamá.

¡Yo he hecho lo mismo! Quizás, al repetirme una y otra vez la escena, quiero castigar al otro o repasar alternativas de lo que hubiera podido ser, pero de cualquier manera, al hacer eso con mis pensamientos y sentimientos me causo más dolor de lo que el otro, con sus palabras o su acción, me generó, y pierdo en ese instante la posibilidad de cuidarme más desde mis pensamientos.

He aprendido a tratarme desde mis pensamientos y emociones como quiero que me traten los demás.

¡Qué bien que me hace el tratarme con más gentileza! No me refiero a no tener juicios de valor, yo puedo opinar que no comparto algo que otra persona hizo o pensar que yo lo haría diferente, lo que hace difícil y dolorosa mi relación es cuando me apego a ese pasado y esos juicios cargados con emociones negativas y por más razones lógicas que me dé, yo estoy creando con esos pensamientos dolor y sombras en mí y en quienes me rodean.

Yo siempre recibo lo que les estoy dando a los demás: si yo siento rabia, desconfianza, o calidez, compresión y gentileza con el otro, yo siento primero y más intensamente esas emociones. Si veo a alguien como un monstruo, soy yo quien está creando y sufriendo el monstruo en mi mente, lo estoy manteniendo vivo en mis pensamientos.

En últimas, las personas en realidad no nos relacionamos con los demás, sino con la idea o el juicio que en nuestra mente tenemos de esas personas.

Si me acerco a alguien pensando que esa persona es agresiva o chismosa o egoísta, estaré prevenido y será con esa parte de la persona que me relacione más veces de las que quiero contar.

He descubierto seres maravillosos que durante años estuvieron a mi lado y que no me permití disfrutar sino hasta muy tarde, porque hice más importantes mis juicios y mis prevenciones que permitirme encontrar, valorar y disfrutar los tesoros que la vida a través de ellos había puesto para mí.

Entonces yo me he propuesto que cada persona que tengo a mi lado es mi maestro y está ahí para ayudarme a ser más libre y feliz, no para hacerme feliz, ser feliz es sólo mi responsabilidad.

Una persona difícil, una persona que me hace daño o hace daño, está haciendo un buen trabajo para mí: me ayuda a reflejarme, a verme en ella, me lleva quizás a buscar cómo superar ese dolor que me genera el engancharme con ella en esa emoción, y como sé que no puedo cambiar a nadie y esa relación me genera dolor, para salir de ese dolor busco otro nivel de paz más profundo dentro de mí, para que la próxima vez, cuando aparezcan personas o situaciones como ésa, ya habré aprendido a sobrepasarla y entre más cercanos y profundos sean los dolores que supere, mayor será mi libertad y mi paz interior.

Qué libertad y qué paz cuando entendí que mi padre alcohólico, abusivo e irresponsable, no vino a mi vida para hacerme sufrir, sino para mostrarme cómo con su sufrimiento yo podría aprender a evitar el mío.

La rabia o las acciones de él que me dolieron me conectaron con mi propio dolor, pero entendí que aquel dolor que yo sentía por instantes él lo vivió aún más profundamente toda su vida y murió solo y sin salir de ello.

Sé que quienes me juzgan o me critican están diciéndome algo que yo me digo a mí mismo o que hago, así a veces lo hagan de una forma ruda esos maestros me están ayudando a encontrar el siguiente muro hacia mi paz, que debo superar.

Qué bueno es recordar cuando yo he sido ese ser oscuro y difícil que tan fácil juzgo en otros.
Con frecuencia recuerdo que como he cometido errores porque en ese momento de mi vida no sabía cómo actuar mejor de lo hice en ese instante, esto me ayuda a tener más compasión conmigo y con los demás. No se trata de no cuidarme o de salvar a nadie o de sacarlo de donde está, porque ése es su propio trabajo y cada quien lo hará en su propio momento, el mío es conectarme con lo mejor de mí, no para enseñarle a nadie o ser mejor, porque eso es arrogancia, pero para enfocarme en ver, en encontrar y disfrutar la parte maravillosa de cada persona, para ver el cielo a través de la tormenta, y si lo hago con ella lo estaré haciendo primero conmigo.

Siempre recuerdo en mi vida cómo las personas más duras, agresivas o perversas me han ayudado tarde o temprano a ser alguien más libre y más feliz y con esa experiencia he ayudado a otros a ser más libres y más felices.

Hoy le doy gracias a todos esos maestros que me han ayudado a encontrar y a disfrutar lo mejor de mí.